La acromegalia es un trastorno hormonal poco común que ocurre cuando la glándula pituitaria, ubicada en la base del cerebro, produce un exceso de hormona del crecimiento (GH).
Este exceso de GH conduce al crecimiento anormal de huesos y tejidos del cuerpo, afectando principalmente a las extremidades (manos y pies), rasgos faciales y varios órganos internos.
Las principales causas de la acromegalia son los tumores benignos de la glándula pituitaria llamados adenomas.
Estos tumores provocan una sobreproducción de GH.
En algunos casos, el exceso de GH también puede ser causado por tumores en otras partes del cuerpo, como el páncreas o los pulmones.
Los signos y síntomas comunes de la acromegalia pueden incluir:
Manos y pies agrandados:
Este suele ser uno de los rasgos más notables y característicos de la afección.
Rasgos faciales toscos:
Las personas con acromegalia pueden desarrollar una mandíbula más grande, una nariz más grande y labios más gruesos.
Dolor en las articulaciones:
El crecimiento de huesos y tejidos puede provocar dolor en las articulaciones y movilidad articular limitada.
Síndrome del túnel carpiano:
El crecimiento excesivo de tejido puede comprimir los nervios de la muñeca, provocando síntomas como entumecimiento y hormigueo en las manos.
Piel sudorosa y grasa:
El aumento de GH puede provocar sudoración excesiva y piel grasa.
Órganos internos agrandados:
La afección puede afectar el corazón, el hígado y otros órganos, lo que podría causar complicaciones.
Apnea del sueño:
Los tejidos blandos de la garganta pueden agrandarse, lo que provoca dificultades para respirar durante el sueño.
El diagnóstico generalmente implica análisis de sangre para medir los niveles de GH y del factor de crecimiento similar a la insulina 1 (IGF-1), así como estudios de imágenes como resonancia magnética para localizar cualquier tumor hipofisario.
Las opciones de tratamiento para la acromegalia incluyen:
Cirugía:
El tratamiento primario suele ser la cirugía transesfenoidal, que consiste en extirpar el tumor pituitario a través de la nariz o el labio superior.
Radioterapia:
Si la cirugía no es completamente exitosa o si el tumor no se puede extirpar de manera segura, se puede usar radioterapia para reducir el tamaño del tumor.
Medicamentos:
Se pueden utilizar análogos de la somatostatina y antagonistas de los receptores de la hormona del crecimiento para reducir los niveles de GH e IGF-1.
La acromegalia es una enfermedad crónica que requiere tratamiento y seguimiento a largo plazo. Si no se trata, puede provocar problemas de salud graves, como enfermedades cardíacas, diabetes y problemas en las articulaciones.
El diagnóstico y el tratamiento tempranos son importantes para controlar los síntomas y prevenir complicaciones. Los pacientes con acromegalia suelen trabajar en estrecha colaboración con endocrinólogos y otros profesionales de la salud para controlar su afección.