La actinomicosis torácica es una infección bacteriana poco común que afecta principalmente a la región torácica (pecho). Es causada por especies de Actinomyces, que son bacterias anaeróbicas que normalmente se encuentran en la boca, la garganta y el tracto gastrointestinal. Estas bacterias pueden causar infección cuando invaden los tejidos, generalmente debido a una rotura de las membranas mucosas o después de procedimientos dentales, traumatismos o aspiración de secreciones contaminadas.
La actinomicosis torácica suele presentarse como una infección crónica que progresa lentamente. Puede imitar otras afecciones pulmonares o neoplasias malignas, lo que puede dificultar el diagnóstico. Algunas características y síntomas comunes de la actinomicosis torácica incluyen:
Síntomas pulmonares:
Tos
producción de esputo
Dolor en el pecho
Dificultad para respirar
Dolor pleurítico en el pecho (dolor que empeora con la respiración profunda)
Síntomas sistémicos:
Fiebre
Fatiga
Pérdida de peso
Hallazgos radiológicos:
Los estudios de imágenes, como las radiografías de tórax o las tomografías computarizadas, pueden mostrar lesiones similares a masas, consolidación o derrames pleurales.
Formación de fístulas:
La actinomicosis torácica puede provocar la formación de fístulas o senos paranasales que pueden drenar pus a través de la pared torácica.
Diagnóstico
El diagnóstico de actinomicosis torácica generalmente implica una combinación de hallazgos clínicos, imágenes radiológicas y estudios microbiológicos. Un diagnóstico definitivo a menudo requiere el aislamiento de especies de Actinomyces a partir de muestras clínicas, como esputo o biopsia de tejido.
Tratamiento
El tratamiento de la actinomicosis torácica implica ciclos prolongados de antibióticos, generalmente con penicilina u otros antibióticos betalactámicos.
En algunos casos, puede ser necesaria una intervención quirúrgica para drenar los abscesos o extirpar el tejido afectado.
La duración de la terapia con antibióticos puede ser de varias semanas a meses y es importante continuar el tratamiento hasta que la infección se resuelva por completo para evitar una recaída.
La actinomicosis torácica es una afección relativamente rara, pero el tratamiento temprano y adecuado es esencial para un resultado exitoso.
Si sospecha que puede tener actinomicosis torácica o tiene síntomas respiratorios preocupantes, es importante buscar atención médica para una evaluación y diagnóstico adecuados.