La gota es un tipo de artritis inflamatoria que ocurre cuando el ácido úrico se acumula en la sangre y forma cristales en las articulaciones.
Estos cristales de ácido úrico pueden causar dolor, hinchazón y enrojecimiento repentinos y severos en las articulaciones.
La gota generalmente afecta una articulación a la vez, a menudo el dedo gordo del pie, pero también puede afectar otras articulaciones como el tobillo, la rodilla, la muñeca o los dedos.
Aquí hay algunos puntos clave sobre la gota:
Ácido úrico: El ácido úrico es un producto de desecho que el cuerpo normalmente excreta a través de los riñones.
Sin embargo, en las personas con gota, hay un exceso de ácido úrico en el torrente sanguíneo, lo que provoca la formación de cristales de urato en las articulaciones y los tejidos circundantes.
Síntomas:
El síntoma más común de la gota es un ataque agudo de dolor en las articulaciones, generalmente a mitad de la noche o temprano en la mañana.
La articulación afectada se hincha, se enrojece y resulta extremadamente dolorosa.
Dolor típico en el primer dedo del pie con típicas punzadas nocturnas, hinchazón y diversos signos de inflamación.
Los ataques de gota pueden durar desde unos días hasta varias semanas y pueden reaparecer con el tiempo.
Causas:
La gota es causada principalmente por una combinación de factores genéticos y elecciones de estilo de vida.
Los factores que aumentan el riesgo de desarrollar gota incluyen una dieta rica en alimentos ricos en purinas (como carnes rojas y mariscos), consumo excesivo de alcohol, obesidad, ciertos medicamentos y afecciones médicas subyacentes.
Diagnóstico:
La gota generalmente se diagnostica mediante una combinación de un examen físico, antecedentes del paciente y análisis de sangre para medir los niveles de ácido úrico.
En algunos casos, se puede realizar un análisis del líquido articular para confirmar la presencia de cristales de urato en la articulación afectada.
Tratamiento:
El objetivo del tratamiento de la gota es controlar los síntomas y reducir el riesgo de futuros ataques.
El tratamiento puede incluir medicamentos para aliviar el dolor durante un ataque agudo (como antiinflamatorios no esteroides o colchicina) y medicamentos para reducir los niveles de ácido úrico a largo plazo (como alopurinol o febuxostat).
- – INDOMETACINA: INDOXEN 50 mg 3/día durante 4-7 días sería el AINE de elección, con 2 o 3 inyecciones inmediatas (tipo Liometacen)
- – ALOPURINOL: para el control del ácido úrico
- – ZILÓRICO: Alopurinol, 300 mg, si uricemia alta comenzar con ½ comprimido/día en el almuerzo
- – OKI: Sal de lisina de ketoprofeno. 2 sobres/día durante 1 semana para aliviar la inflamación en caso de ataque agudo, posible protección gástrica
- – Espuma ARTROSILENE: Sal de lisina de ketoprofeno. Ayuda al oki con acción tópica porque es el mismo ingrediente activo.
- – COLCHICINA: 1 mg comprimido, 2-3 comprimidos/día en el ataque agudo
- – NAPROXENO: 250 comprimidos (también los hay de 500 o 750 RM). 500 mg inmediatamente, luego durante el primer día 250 mg cada 8 horas y durante 6/7 días 250 cada 6 horas
– ADENÚRICO 80 mg
Los cambios en el estilo de vida, incluidas las modificaciones en la dieta y el control del peso, también son importantes para controlar la gota.
Prevención:
La prevención de los ataques de gota y las complicaciones a largo plazo implica evitar los desencadenantes, realizar cambios en la dieta, mantenerse hidratado y tomar los medicamentos recetados según las indicaciones.
Las modificaciones en el estilo de vida, como mantener un peso saludable y limitar el consumo de alcohol, pueden ser eficaces para reducir el riesgo de gota.
Si sospecha que tiene gota o experimenta síntomas, es fundamental consultar a un profesional de la salud para obtener un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado. Si no se trata, la gota puede provocar daños en las articulaciones y otros problemas de salud.