Según el tipo de lesión de las heridas, se distinguen las siguientes:
Abrasiones:
Estos se forman como resultado de frotar o raspar la piel contra una superficie dura.
Laceraciones:
Estos son cortes más profundos causados por objetos afilados, como un cuchillo, o bordes afilados.
Pinchazos:
Estos son agujeros pequeños pero profundos causados por un objeto largo y puntiagudo, como un clavo.
Quemaduras:
Estos resultan del contacto con una llama abierta, una fuente de calor fuerte, frío severo, ciertos químicos o electricidad.
Avulsiones:
Esto se refiere al desgarro parcial o completo de la piel y los tejidos.